Veamos, el cristianismo se distingue sobre todas las religiones o sectas existentes en el mundo, porque es la única que enseña que todo creyente puede tener una relación personal con el Creador, Dios Padre. Esta relación con Dios solo es posible cuando somos guardados en Cristo (nacer de nuevo), y caminamos dirigidos por el Espíritu Santo, el cual nos ayuda a adquirir el conocimiento espiritual y divino necesario para que progresivamente nos vaya transformando a la imagen del Hijo de Dios (2 Corintios 3:18 – “Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.”).
La Humillación ante Dios: El Camino hacia la Esperanza y la Sanación
Espiritual
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La humillación puede ser un tema difícil de abordar, pero en el contexto de
nuestra relación con Dios, se convierte en una poderosa fuente de esperanza
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