Ayúdame Dios - ¿Dónde estás? Como puedo deshacérseme del miedo...de la angustia y sobre todo del dolor Parte 2

Ayúdame Dios - ¿Dónde estás? Como puedo deshacérseme del miedo...de la angustia y sobre todo del dolor Parte 2 - Enfrentando La Guerra Invisible - Contra Satanás, los Demonios y sus Seguidores.

¿Por qué a los cristianos también nos toca sufrir?
Muchas veces se han comunicado conmigo cientos de cristianos vía email o telefónicamente haciéndome la misma pregunta ¿Hermano, porque los cristianos buenos sufren, o porque Dios permite que ellos sufran? Esta al igual que otras muchas preguntas relacionadas con este tema las hemos recibido a diario por muchos cristianos en los Estados Unidos de América y en otros países de habla hispana. Uno de los mayores rompecabezas para los cristianos nacidos de nuevo es entender por qué Dios permite que los cristianos buenos sufran. ¿Cuál es el beneficio, se preguntan, si tratamos de vivir de acuerdo a las instrucciones de Dios, si todos finalmente tenemos que sufrir?

El libro de 1 Pedro, habla específicamente sobre el sufrimiento de los cristianos. El Apóstol Pedro comprendió el significado del sufrimiento de las personas (verdaderos cristianos) que viven con rectitud a la luz de Jesucristo y de su sufrimiento. Pedro señala dos categorías de sufrimiento. Uno de ellos es por la justicia y la que nos lleva más cerca del Reino de Dios. La otra es en gran medida innecesaria, ya que es generalmente el resultado de los problemas que traemos por nosotros mismos. Nosotros sinceramente necesitamos la ayuda de Dios, sin embargo, durante los dos tipos de sufrimiento.

¿Dios tiene un propósito en permitir que los cristianos sufran?

"Pues para esto fuisteis llamados, porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas" (1 Pedro 2:21).


"Porque a vosotros se os ha concedido el nombre de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también a sufrir por su causa" (Filipenses 1:29).


"Porque esto es digno de elogio, cuando, por ser de la conciencia hacia Dios un dolor perdura, padeciendo injustamente" (1 Pedro 2:19).

¿Cómo deben los cristianos ver el sufrimiento provocado por otros supuestos hermanos cristianos?

"Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos" (Mateo 5:10).

La Biblia explica mucho acerca de por qué sufren los justos en este siglo tan malo. La mayoría de la miseria se produce por la gente influenciada generalmente por Satanás, los demonios, o  ideas personales y actitudes no cristianas.

Justo antes de su crucifixión, Jesús explicó a sus discípulos: "Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo pero porque no sois del mundo, pero yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece... Si a mí me han perseguido, también os perseguirán a vosotros. Si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra "(Juan 15:19-20).

El Apóstol Pablo nos dice que "todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución" (2 Timoteo 3:12; comparar 1 Pedro 3:14, Mateo 5:11-12). Gran parte de la persecución que los cristianos sufren en realidad van dirigidos directamente hacia el mismo Cristo. La vida que Él vivió y enseñó es el objetivo real. Pedro explicó claramente: "Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, que su gloria se revela, también puede ser feliz con gran alegría "(1 Pedro 4:12-13).

¿Tienen los justos siempre que soportar el sufrimiento para poder servir a Dios?

"Mis hermanos, a los profetas, que hablaron en nombre del Señor, como un ejemplo de sufrimiento y paciencia" (Santiago 5:10; comparar Hebreos 11:24-26).

Todos los profetas de Dios ha sufrido por su fidelidad a él. Algunos sobrevivieron, otros dieron su vida. Daniel fue arrojado a un foso de los leones a causa de sus creencias y prácticas, (Daniel 6:15-23). Sus tres amigos, Sadrac, Mesac, y Abed-nego-fueron condenados a muerte en un "horno de fuego ardiente "porque no se sometían a un ídolo, pero Dios milagrosamente salvó su vida (Daniel 3:8-29).

David constantemente clamó a Dios por la liberación de sus enemigos (Salmo 7:1-2; 18:17-19). Pero que sobre todo debe notar su confianza en Dios: "He aquí el ojo de Jehová está en los que le temen, sobre los que esperan en su misericordia, para librar sus almas de la muerte, y para mantenerlos vivos en tiempo de hambre" (Salmo 33:18-19). En general, la voluntad de Dios es para la liberación de sus siervos, los verdaderos siervos. Algunos, sin embargo, han sido martirizados por el bien del Reino de Dios, y otros aún no terminan sus vidas como mártires.

Esteban, poco antes de ser martirizado, gritó a los que estaban dispuestos a apedrearlo: " ¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? Y mataron a los que anunciaron de antemano la venida del Justo, de quien vosotros ahora habéis sido entregadores y matadores;" (Hechos 7:52).

Mis amados amigos y hermanos en la Fe, que triste es decir que en este tiempo veamos a cristianos con obras de impíos y veamos impíos con obras de cristianos. Que lamentable es saber que personas que dicen ser cristianos vendan su fe por un plato de lentejas.

Las Escrituras explican que "el que camina en su rectitud "Teme a Jehová", sino el que es perverso en sus caminos lo menosprecia" (Proverbios 14:2). Las personas cuyos caminos no son de Dios indirectamente expresan su hostilidad hacia todos los verdaderos siervos de Dios y sobre todo su desprecio y también su ira. Pedro describe esta actitud tan bien: "A éstos les parece cosa extraña que vosotros no corráis con ellos en el mismo desenfreno de disolución, y os ultrajan;" (1 Pedro 4: 4).

Tener una perspectiva clara del futuro, y una comprensión del propósito de Dios para nosotros, es fundamental para enfrentarse a dificultades de la vida. Sólo cuando sinceramente esperamos a las glorias del Reino de Dios podemos ver nuestros propios sufrimientos en una perspectiva adecuada. Ciertamente, nuestras pruebas y dificultades son reales y no puede ignorarse. Sin embargo, su importancia a largo plazo es insignificante en comparación con el ejercicio seguro de nuestra gran llamado (Filipenses 3:11-14).     MinisterioPuraGracia